viernes, 29 de noviembre de 2013

Julio Cervera y la investigación de la radio






Julio Cervera y la investigación de la radio


El ingeniero y militar español se adelantó a Marconi al lograr transmitir por primera vez la voz humana a través de de las ondas electromagnéticas en 1902.

D.VALERA

El 15 de Agosto 1945 los japonenses escuchaban atónitos por primera vez en la historia la voz de su emperador Hirohito, que les pedía dejar de combatir a los soldados estadounidenses. El 11 de septiembre de 1973, el presidente de Chile Salvador Allende, cercado en la Moneda por los militares golpistas, se dirigió a los ciudadanos por última vez en un emotivo discurso. El 30 de octubre de 1938, Orson Welles aterrorizó a miles de estadounidenses AL INFORMArles sobre una ficticia invasión alienígena. Cada uno de estos míticos momentos fueron posibles gracias a la radio, una herramienta que revolucionó las comunicaciones y que tiene en Guglielmo Marconi su inventor oficial. Sin embargo, no fue el premio Nobel italiano el primero en conseguir transmitir la voz humana a través de las ondas. Ese priovilegio le corresponde a un ayudante suyo: el español Julio Cervera.

Este brillante militar e ingeniero nació en la localidad castellonense de Segorbe el 26 de enero de 1854. Su capacidad para las matemáticas le llevo a estudiar ciencias en la Universidad de Valencia. Sin embargo, pronto se alistó en el ejercito en la Academia de Caballería de Valladolid y después en la Escuela de Ingenieros Militares de Guadalajara. Su condición castrense le llevó a participar en varias expediciones en el norte de África a finales del siglo XIX. Fue en la colonias americanas donde Cervera mostró su valía en combate al defender el puesto de comunicaciones de Guamaní, en Puerto rico, durante la guerra de Estados Unidos.

Una vez finalizado el conflicto es cuando empieza su etapa como inventor.  Interesado en los avances producidos en la telegrafía sin hilos, obtuvo el permiso del Gobierno español para trabajar en Londres junto a Marconi. En 1898 colaboró durante tres meses con el investigador italiano y su ayudante Georgw Kemp en el desarrollo de diversos intstrumentos de emisión y recepción de señales mediante teligrafía sin hilos. El tiempon que trabajó en el laboratorio de Marconi le sirvió para conocer de primera mano los últimos ayances en este campo. Y no tardó en ponerlos en práctica.

Su propio sistema

De vuelta a España, ideó un sistema más sencillo que el de Marconi que el de transmitir mensajes a través de unas maquinas con teclado. Este ingenio fue utilizado y probado  con éxito por el Ejército español durante tres meses en los que estuvo transmitiendo información entre Tarifa y Ceuta. Pero Cervera no se conformó con la emisión de datos. Quería que fuese la voz humana la que volara por las ondas. Y eso lo consiguió en 1902. En ese unas emisiones entre Jávea e Ibiza se convirtieron en las primeras transmisiones de la voz humana por telegrafia sin hilos, es decir, radio.

Por desgracia, esta hazaña de las comunicaciones no fue apreciada por las autoridades españolas, enfangadas en las dificultades socieconomuicas de la crisis del 98. Esta dejadez gubernamental contrastó con las facilidades de Marconi para dar a conocer sus avances y patentar las diferentes herramientas. La fluida relación con los políticos británicos y la comunidad científica de la época le permitieron obtener un reconocimiento del que Cervera nunca disfrutó.

En cualquier caso, el investigador castellonense no cayo en el desanimo y siguió con distintos proyectos. De hecho, entre 1899 y 1914, registró una docena de patentes entre las que se encuentra un sistema de control a distancia considerado un predecesor de los mandos a distancia actuales. Cervera falleció en el olvido en 1927. Tuvieron que pasar varias décadas para que su figura fuera reconocida.

Los otros “padres” de las ondas

MADRID. Si hay un invento con multiples candidatos para su paternidad, ese es la radio. Y es que a finales del siglo XIX la ciencia derribaba una frontera tras otra a enorme velocidad encadenando las investigaciones de diversos autores. A pesar de que Marconi aparece en todos los libros escolares como inventor de este revolucionario medio de comunicación, varios científicos se le adelantaron. Eso sí, el premio Nobel tuvo la capacidad de apreciar las enormes posibilidades que ese ingenio otorga y tuvo la valentía de comercializarlo. Pero, si hay unanimidad en que Marconi no fue el creador de la radio, los expertos no se ponen de acuerdo en la verdadera autoría del avance.

Uno de los candidatos a “padre” de la radio es el alemán Rudolf Hertz. Este magnífico físico descubrió la existencia de las ondas electromagnéticas. Sin embargo, Hertz, que también demostró el efecto fotoeléctrico, no supo ver las ventajas de su hallazgo. De hecho, llegó a asegurar que las ondas electromagnéticas no tenían ningún uso práctico.

El nombre de Nikola Tesla también está en la terna de candidatos a la autoría de la radio. La figura de este ingente científico – minusvalorado en su época y mitificado en la actualidad- siempre se relaciona con cualquier avance sobre electromagnetismo. Tesna patentó un sistema de radio en EEUU en 1900. Pero la oficina de patentes finalmente concedió la patente sobre la radio a Marconi en 1904. En 1943 la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos reconoció a Tesla la propiedad de la patente. Demasiado  tarde para desplazar a Marconi de los libros de Historia.

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