viernes, 31 de enero de 2014

¿Atrapados en la red?

¿Atrapados en la red?

Enfermedades mentales derivadas del uso de internet aparecen periódicamente en medios de comunicación, alertando sobre una presunta adicción a internet.

PSICOLOGÍA
PATXI AROSTEGI

En 1995, el psiquiatra Ivan Goldberg propago por la recién estrenada red, la idea de que Internet podría ser una tecnología adictiva. Al científico afincado en Nueva York, se le ocurrió gastar una broma difundió la idea de la existencia de un nuevo síndrome, al que denomino “desorden de adicción a internet” ( IAD, en ingles). Una enfermedad que caracterizó con síntomas como la ansiedad, la necesidad de conectarse a todas horas y un movimiento involuntario de los dedos mientras se teclea. Aquel engaño se dio por algo real y pronto la web se inundo de personas que se sentían identificadas con ese inventado problema de salud mental. Ese mismo año, la psicóloga  Kimberly Young, referente esta materia, inauguraba la primera clínica virtual dedicada al tratamiento del mal.

Desde entonces, cada cierto tiempo los medios de comunicación publican noticias de la adicción a internet con el pretexto de estudios  científicos sobre como las nuevas tecnologías y sus excesivo podrían generar patologías y trastornos en los usuarios, o bien como estas adicciones, en lugar de decrecer, van en aumento en nuestra sociedad. Pero ¿Qué hay de real en ello? ¿ Es cierto todo lo que se publica sobre los males que genera el consumo de internet o se trata de fomentar el miedo a lo nuevo y desconocido?

La presencia de las nuevas tecnologías ha avanzado de manera exponencial en España. Así lo demuestra el último informe de telefónica sobre “La sociedad de la información”, que revela que 24,8 millones de españoles accedieron regularmente a internet a  2013. Entre los usuarios más fieles, se hallan los jóvenes entre 16 y 24 años. Cuyo nivel de conexión es diario. De hecho, más de la mitad de los internautas declaran utilizar internet más de dos horas diarias y casi uno de cada tres afirma conectarse más de cuatro horas a la red. Sin embargo, la alta frecuencia de conexión no es para los expertos un indicador fiable a la hora de hablar de una dependencia o adicción a internet. Para los profesionales de la psicología, habría que distinguir entre las personas, que, invirtiendo muchas horas en la red, tiene << otros problemas>> a la falta de afectividad familiar o las dificultades de relación social. << En estos casos, puede que la causa de su consumo excesivo de internet venga provocada por estos factores internos de la persona. Junto a esta casuística, existe un pequeño porcentaje de usuarios cuyo problema real está ligado a internet, pero, en todo caso, seguiría sin ser una adicción>>, subraya Helena Matute, psicóloga de la universidad de Deusto.


Diagnosis y estadística

La investigadora vasca es pionera en el estudio de las supuestas patologías asociadas a las nuevas tecnologías. No en vano, publico un artículo en 2003 que cuestionaba la calificación de adicción para el consumo excesivo de internet. <<Internet no es una adicción. Puede que sea un problema para la persona, pero el hecho de pasar muchas horas conectado a la red no implica que vaya a sufrir el más mínimo trastorno>>, explica. A la hora de argumentar su postura sostiene que la presunta adicción a internet no ha ingresado aun en el manual de diagnostico y estadístico de los trastornos mentales que edita las asociación Estadounidense de psiquiatría. << No la recogía el primer año de su publicación, en 1994, ni tampoco en su última edición del 2013. No existe a un consenso mundial en este apartado si bien muchos se agarran a que, al ser internet algo muy nuevo, todavía no ha sido acopetada como enfermedad mental en este manual>> Una de las propuestas defendida por esta catedrática de psicología experimental a la hora de calificar este tipo de conducta es denominar como un “Uso excesivo” o propiamente patológico al consumo abusivo a internet. Es una tesis con la que coincide Xabier Carbonell, profesor de la universidad Ramón Llul de Barcelona, quien argumenta que en la actualidad existirían más <<Un uso problemático de algunas aplicaciones de internet>> que una adicción, en sentido estricto a este tipo de tecnologías. <<Es como si dijéramos que un alcohólico es un adicto a la bebida, pero no es así. Es adicto a un tipo de bebidas caracterizada por alcohol. Con internet sucede lo mismo. Se puede tener un consumo problemático de las redes sociales o los videojuegos, pero no de todo lo que hay en internet>>.

Las redes sociales forman ya parte de la vida de cada vez más usuarios de internet. Una tendencia que se acentúa entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 24 años, de los cuales ya el 94% son usuarios habituales de facebook o twitter. Además, cada vez más se conectan a internet y redes sociales atraves del móvil. <<Hemos detectado que muchos adolescentes ponen en juego su futuro académico por culpo del uso excesivo de las redes sociales. Es en estos casos en los que habría que incidir, pero aun así seguiríamos hablando de una caso de uso problemático de internet, no de una adicción>>, puntualiza Carbonell.

Para el investigador catalán, no existe una adicción a internet porque para ello deberían cumplirse dos premisas. La primera condición es que el usuario debería sufrir <<consecuencias graves a nivel personal>> cuando pasa muchas horas conectados a la red. << Hablamos de depresiones degradación de la autoestima y otra clase de efectos psicológicos negativos que son muy comunes en pacientes alcohólicos o adictos al juego>>. A este factor, añade las lesiones físicas o enfermedades que se derivan de una conducta adictiva. Carbonell cita enfermedades como el sida, la hepatitis y la cirrosis, asociados en muchos casos hábitos nocivos para la salud.

<<A estos factores derivados, se unirían la dependencia psicológica, es decir, que mantenga una relación de dependencia mental con los videojuego o internet. Es el caso de alguien que quiera, por ejemplo, dejar de jugar, pero no puede hacerlo, por lo que al final, se pasa toda la noche jugando en línea cuando solo tenía previsto dedicarle solo un rato>>, detalla el experto, quien añade que, << más que una adicción, hablaríamos, en estos casos, de un uso problemático d las nuevas tecnologías>>.

TAREAS COTIDIANAS

Una denominación con la que coincide la profesora Matute, quien sostiene que, para calificar como uso problemático o patológico el consumo excesivo de internet, debe<<Experimentarse un daño personal>>. En este sentido, la investigadora diferencia entre las personas que invierten muchas horas en la red, pero no sufren consecuencias negativas porque la usan para tareas cotidianas, y los que, pasando menos tiempo, sufren una mayor dependencia. La ultimas estadísticas publicadas refuerzan la idea de que cada vez más ciudadanos optan por internet para sus tareas cotidianas. Así,  los usuarios del comercio electrónico han aumentado un 15% durante 2013, mientras que ya el 54% de internautas usan la red para sus citas medicas. Frente a estos, Matute distingue aquellos que conectándose menos horas hacen un uso <<problemático>> de la red. <<son personas a las que internet les causa ansiedad o tiene problemas a la hora de relacionarse con otra gente y, por ello, recurren a esta tecnologías>>.

A la hora de detectar las personas que pueden sufrir este tipo de conducta patológica, Matute lo tiene claro. <<Se treta de personas que son concientes del daño que les produce en su vida privada el consumo excesivo de internet y lo lamentan, pero, a pesar de ello, continúan conectado a la red. Es el caso, por ejemplo, de quien acaba perdiendo a su pareja por pasar demasiado tiempo en un chat o el estudiante que saca malas notas por estar demasiado tiempo en internet>>.Por ello, dice la investigadora que sea el propio afectado por esta conducta patológica el que dé el primer paso,  <<reconociendo de que está perdiendo cosas importantes en su vida y debe tomar la decisión de cortar con internet>>.

En la actualidad, existen numerosos centros virtuales dedicados a este tratamiento de este tipo de patologías mentales. Desde que en 1995 Kimberly Young inaguro su clínica, se han multiplicado, si bien Matute cuestiona la efectividad de sus tratamientos. << Las primeras clínicas para tratar la adición a internet se crearon antes de que empezaran a investigarse si existía o no la dicción. Por lo que, en mi opinión, muchas son un timo porque son las primeras interesadas en difundir la idea de que internet crea adicción >> Por ello, la investigadora recomienda acudir a paginas de especialistas para poder curar el uso patológico de las nuevas tecnologías. <<Existen muchos y buenos consejos que ayudan a tratar el síndrome de manera eficaz, porque son recomendaciones realizadas por psicólogos expertos en la materia>>.

<<Existen factores desencadenantes, pero, sin duda, la cosa principal de la depresión es el estrés>>

<< Los factores genéticos están en el origen del 70% de las esquizofrenias y el 40% de las depresiones>>

Es más <<un uso problemático de algunas aplicaciones de internet>> que una adicción, en sentido estricto.

Carbonell, por su parte, apuesta por imitar las mismas pautas aplicadas en terapias para alcohólicos y ludópatas. En el caso de los usuarios que viven conectados todo el día, recomienda una <<abstinencia total >> a los videojuegos. <<al igual que a un alcohólico se le dice que deje de beber y no pruebe una gota de alcohol, las personas que juegan todo el día en la red deberían dejar de jugar en línea>>. Y aconseja adaptar otros conocimientos adquiridos en terapias aplicadas en adicciones más serias para << mejorar el tratamiento del uso problemático de videojuego y redes sociales>>


Direcciones Útiles



Junto a los consejos existentes en las páginas web especializadas, la experta recomienda dos direcciones que pueden ser muy útiles para que le sientan un problema de uso indebido de internet. Se trata de las paginas – como www.psicologia-on-line.com y http://psychcentral.com  - que nos ofrecen a su entender una serie de pautas sencillas que podrían ayudar a << reducir >> el consumo de horas en internet. Para Matute, los usuarios que tienen sus patologías <<muy centrada>> deberían romper sus rutinas de navegación diaria y modificar el orden de las páginas visitadas. <<en lugar de llegar a casa después del trabajo y meterse a internet, podrían cenar antes y luego acceder a la red, por ejemplo. Otra opción en cambiar el orden de las páginas visitadas o la hora en las que se navega>>. Además, recomienda organizar fin de semanas con excursiones sin conexión a internet. A esta receta añade otra propuesta relacionada con <<visualizar las redes sociales como un lugar de encuentro social no como una vía utilizada para buscar amistades o reconocimiento social. Pueden acudir a facebook o a un chat, pero sin participar directamente, es decir, como meros espectadores. De esta manera no se sienten obligados a volver al día siguiente porque no sienten la ansiedad que sentían antes, cuando buscaban una respuesta de su amigo o no vía virtual para reforzar su autoestima>>, concluye.

jueves, 30 de enero de 2014

Una estudiante descubre por casualidad un potente superconductor

UNA ESTUDIANTE DESCUBRE POR CASUALIDAD UN POTENTE SUPERCONDUCTOR

Planetahuevo
jueves, 30 de enero de 2014
Marianne Tarun, estudiante del departamento de física de la Universidad de Washingtones la joven que ha descubierto por azar un superconductor cuyas posibilidades son enormes. Marianne descubrió que exponiendo un cristal de titanato de estroncio a la luz,su conductividad eléctrica aumentaba nada menos que un 400%.

Este descubrimiento fue totalmente por casualidad. El laboratorio del Profesor Matthew McCluskey, donde trabajaba esta estudiante, estaba investigando los posibles usos del titanato de estroncio, un óxido que genera unos cristales muy similares a diamantes y que, a parte de utilizarse para hacer diamantes falsos, se suelen utilizar en óptica. Y hasta ahora se se consideraba que los cristales de titanato de estrocio eran semiconductores de la electricidad.

El descubrimiento accidental ocurrió mientras Marianne medía la conductividad eléctrica de varias muestras de este cristal y vió que una de ellas había dado un resultado completamente sorprendente, tenía una conductividad eléctrica muy superior a la que tenían el resto de las muestras. Primero comprobaron que no se tratara de alguna contaminación en ese cristal y finalmente descubrieron que el hecho de aquella muestra tuviera una conductividad mayor se debía a que había sido expuesta a la luz del laboratorio con anterioridad, mientras que las otras habían estado en todo momento guardadas en un cajón. El fenómeno por el que se produce este aumento en la conductividad se llama fotoconductividad persistente.

Pero lo más importante de este hallazgo y lo que lo distingue de otros supercoductores es que con tan solo diez minutos de luz el titanato de estroncio se vuelve un 400% más conductor, mientras que otros conductores requieren días para llegar al mismo resultado, además de que su superconductividad dura varias semanas.

Y lo más importante de cara a potenciales aplicaciones, no necesita enfriamiento como sucece con otros conductores. El titanato de estroncio alcanzaba sin problemas esta alta conductividad a temperatura ambiente, algo esencial si se incorporara en nuestros dispositivos de uso común. No sería muy práctico que para que funcionaran necesitáramos enfriarlos a las bajísimas temperaturas que requieren muchos superconductores, las cuales solo se alcanzan por ejemplo con nitrógeno líquido.

A raíz del decubrimiento, el equipo del Profesor Matthew McCluskey publicó un estudio detallando las posibilidades de uso de este cristal, entre las que destaca su inclusión en la fabricación y mejora de chips y sistemas de almacenamiento electrónicos, es decir discos duros, pen drives, etc.

Sin más os dejamos con el vídeo en el que la propia protagonista del descubirmiento, Marianne Tarun, y el Profesor Matthew McCluskey nos relatan su sorprendente descubrimiento.



La traducción automatizada de inglés a español es la más demandada del mundo

LA TRADUCCIÓN AUTOMATIZADA DE INGLÉS A ESPAÑOL ES LA MÁS DEMANDADA DEL MUNDO

20 Minutos.es
jueves, 30 de enero de 2014
EUROPA PRESS

Cada día Google Translate realiza más de 1.000 millones de traducciones del inglés al español, la traducción instantánea más demanda en Internet.
Esta gran demanda se da tanto en EEUU como en países de habla hispana.
Google Translate tiene 200 millones de usuarios activos al mes y está disponible en 80 idiomas.
La traducción automatizada del inglés al español es la más demandada y precisa de las más de 1.000 millones que se realizan a diario en el mundo con Google Translate, ha explicado el responsable del servicio, Macduff Hughes.
"La mayor cantidad de traducciones corresponde a traducciones de páginas web y la principal combinación es inglés a español", explicó el responsable de este servicio gratuito, 100% automatizado que se basa en algoritmos desarrollados por ingenieros informáticos y está disponible en 80 idiomas.
Hughes indicó que la gran demanda de traducciones de páginas web en inglés al español se da tanto en EEUU como en países de habla hispana.
"La cantidad de contenido en la web en español es mucho menor que en inglés, así que existe una gran necesidad de leer contenido que está en inglés, y además hay muchos hispanoparlantes conectados a internet, lo que explica la necesidad de traducir contenido", explicó el ingeniero de Google.
La traducción automatizada se basa en un sistema estadístico que aprende de ejemplos ya existentes.
Lo que hacen los ordenadores es analizar millones y millones de traducciones de libros y organizaciones internacionales como la ONU, entre otros. Ese análisis detecta patrones. Miles de millones de repeticiones permiten identificar miles de millones de patrones y acaban generando "un programa informático muy inteligente".
De ahí que lo más importante para desarrollar traducciones precisas es que haya muchos ejemplos ya disponibles en la red con los que los ordenadores puedan aprender.
"Nuestras traducciones de más calidad son inglés-español, independientemente de cuál sea la dirección", dijo Hughes, quien destacó que los resultados también son bastantes buenos en portugués, francés e italiano.
Distinta es la situación de otros idiomas como el chino, con traducciones muy pobres.
Lejos de alcanzar un nivel 'profesional'
El directivo señaló que pese a los avances realizados desde su lanzamiento en el año 2006, Google Translate está lejos, en general, de alcanzar el nivel de un traductor profesional.
"No planeamos dejar a los traductores sin trabajo. Si quieres una traducción de calidad necesitas contratar a un profesional y creo que eso seguirá siendo cierto por mucho tiempo", afirmó.
Lo que Google Translate ha logrado es ampliar la cantidad de traducciones que puede hacer la gente.
El ingeniero explicó que hay muchas ocasiones en las que no resulta rentable contratar a un traductor profesional y que un servicio como Google Translate es suficiente.
Entre los servicios útiles está, por ejemplo, la ayuda a mujeres víctimas de violencia doméstica, que a menudo no hablan la lengua del país en el que viven.
Además de servicios de emergencia, Google Translate es muy utilizado por turistas, así como para traducir noticias e información relacionada con la salud.
De cara al futuro, Hughes dice que lo que le gustaría es que "cualquiera en el mundo pueda consumir información sin que el idioma sea un problema".
"Querríamos ser capaces de traducir lenguas que hable el 99% de la población mundial" y hacerlo con calidad, explicó Hughes.
El próximo paso: traducción simultánea de voz
El próximo paso será avanzar con la traducción simultánea de la voz, un área en la que Hughes tiene especial interés.
"Me gustaría que cualquiera en cualquier parte del mundo pueda tener una conversación con otra persona" independientemente de cuál sea el idioma, utilizando aparatos móviles con auriculares y micrófonos.
"Tú podrías estar hablando español y yo inglés y no importaría. Ese es mi sueño, pero creo que seguiré soñando por mucho tiempo", bromeó.
Google Translate tiene 200 millones de usuarios activos al mes y está disponible en aplicaciones móviles y navegadores. Los mil millones de traducciones que se realizan a diario equivalen al texto de un millón de libros.
Entre las lenguas que se han añadido recientemente figuran el somalí, el zulú, el mongol y el nepalí.
Google Translate contrata de forma periódica a nativos para evaluar la calidad: "El progreso es lento y progresivo", concluyó Hughes.


Algunos consejos para no quemarte en Twitter

Algunos consejos para no quemarte en Twitter


El Blog de Enrique Dans


Aunque Twitter es ya de todo menos un recién llegado al mundo de la comunicación (no, no está con nosotros desde los años 50, pero casi lo parece), lo cierto es que las experiencias que cada usuario tienen con esta red social dependen de una muy amplia variedad de factores.

Si hay algo cierto, es que no existe una experiencia de Twitter, sino tantas como usuarios. Es algo que me harto de decir en clases y conferencias: si Twitter te parece una tontería o una banalidad, es porque has escogido seguir a usuarios tontos o banales, y no es por tanto culpa de la herramienta, sino tuya.

De Twitter puedes obtener lo que quieras: desde información muy fresca desde completamente generalista a específica sobre cualquier tema imaginable si sigues a quienes suelen estar bien informados sobre el mismo, a sucesiones interminables de chascarrillos y frases inspiracionales de autoayuda, o a simplemente saber qué pasa por la mente de tus amigos si decides seguir únicamente a estos. El patrón de participación – producción y diseminación activa de contenidos frente a puro lurking – es otra cuestión que depende de las preferencias personales, y sobre la que nunca puede decirse si está bien o mal: cada uno es cada uno y tiene sus circunstancias. Y por supuesto, muy pocos escogen un enfoque maximalista consagrado a una de estas posibilidades: la mayoría de los usuarios tienden a armarse de coctelera y mezclar esos ingredientes en las proporciones que estiman adecuadas.

En mi caso, pasé por la época de “fatiga de Twitter” relativamente pronto, y ahora, como a muchos otros, la idea de sentirme “quemado” en mi uso de esa herramienta me parece lejana. Por dar una idea de antecedentes: comencé a utilizar Twitter a principios de 2007, siguiendo un patrón que respondía a su pregunta original: ¿qué estás haciendo? Ponía ahí todo salvo lo más puramente personal: donde iba, qué comía, qué bebía, qué leía… Cuando se presentó Twitter en español y me incluyeron en las cuentas recomendadas a primeros de noviembre de 2009, cuestión que me llevó a pasar desde los nueve mil followers que tenía entonces a más allá de cuarenta mil, sufrí una cierta “crisis de identidad” que me llevó a replantearme qué cosas de las que compartía tenía sentido de verdad compartir. Mi uso global de Twitter disminuyó bastante, preferí ser relativamente prudente, pasar a un perfil más reservado, y dedicar Twitter o bien a difundir los contenidos que yo mismo creaba, o las cosas que leía que me resultaban más interesantes o mentalmente provocativas. Más de tres años después, sigo igual: es raro que publique más de tres o cuatro actualizaciones en un día, si algo se convierte en conversación suelo llevármelo al mensaje directo (DM) o a otro medio, y trato de evitar saturar a mis seguidores con cosas que consideren irrelevantes, aunque no renuncie a darle toques puramente personales de vez en cuando.

Sin duda, Twitter es un universo en permanente evolución. Algunos de los que lo siguen afirman que el afán de protagonismo y la “necesidad” de tener repercusión están matando a Twitter. Sí, algo puede haber, pero yo, francamente, prefiero huir de las visiones apocalípticas, y pensar que toda herramienta pasa por períodos diferentes en su evolución y por derivas que, habitualmente, tienden a terminar por corregirse a sí mismas. Lo que sí es cierto es que el uso de Twitter puede llevar a algunos, en función de su experiencia, a una cierta sensación de agotamiento, casi a “quemarse”, y creo que tratar de recopilar algunos consejos al respecto, sin pretender por supuesto ser exhaustivo o hacer afirmaciones absolutas (y por supuesto, sin ánimo de decir a nadie “cómo debe usar Twitter” o de incidir en cosas completamente obvias) puede llegar a tener cierta utilidad.

Mis líneas generales serían las siguientes:

  • Asimetría: la asimetría comunicativa es un fenómeno natural, y Twitter es una red intensamente asimétrica. Entender que lo que tú escribes solo es leído por aquellos que te siguen, y que únicamente supone un minúsculo espacio de su timeline que fácilmente puede pasarles desapercibido es fundamental. Pero lo contrario también lo es: hay personas que, de manera natural, tienen muchos seguidores. Puede ser por su profesión, por ser famosos, por salir en televisión, o por otros factores. Que alguien tenga muchos seguidores en Twitter no implica que lo paren por la calle. Pero sí implica que bajo ningún concepto debe tratar de contestar a todo lo que le digan a través de la red. No contestes a todo el mundo, o dejarás de tener vida. No eres “un estirado” por no contestar a todo el mundo: ni lo intentes. Ni se debe hacer, ni es bueno hacerlo. No eres un servicio 24×7. Quien te sigue terminará por entender el concepto de asimetría comunicativa, y si no, peor para él.

  • Líneas rojas: la conversación es ni más ni menos que eso, una conversación. Determinadas actitudes o lenguajes no deben ser contestadas, ni en la red ni fuera de ella, más que con un block user. Si algo te hace sentir que tienes que volverte un maleducado para contestar, lo más probable es que no debas contestarlo, y sí bloquear a quien te ha hecho sentir así. Las actitudes a bloquear no son solo las directamente insultantes: la ironía mal entendida, el acoso o en general, aquello que te lleve a sentirte incómodo de manera injustificada son cuestiones que harías mejor en eliminar de tu timeline. Seas hombre, mujer, famoso, anónimo o marca, no estás en Twitter para ser flagelado públicamente.

  • Número de tweets: no seas cansino. No insistas mucho en un tema, aunque sea un evento en el que estás, trata de no provocar saturación. Y por el amor de dios, no repitas tus tweets a distintas horas para que se vean más, aunque te parezca que funciona. ¿Te parecería normal que alguien en una conversación repitiese las mismas frases cada poco tiempo?

  • Unfollows: es más habitual que alguien te haga unfollow por algo que dices que por algo que no dices, ¿no te parece? A lo mejor, es bueno que actualices menos y que te plantees más qué cosas escribes. No estás obligado a actualizar constantemente, no te ponen nota por ello, y si no actualizas, no pasa nada. Una cuenta a la que sigues, si actualiza poco pero cuando dice algo te interesa, no es normal que la dejes de seguir. Una que te sature habitualmente estará mucho más cerca de conseguir tu unfollow, ¿no? Pues contigo es igual. Por cierto, las dinámicas de unfollow, si no responden a algo que acabas de decir, son impredecibles, y parte de la dinámica normal de Twitter. No te agobies.

  • ¿Tienes seguidores por hacer lo mismo que todos los demás? ¿O por hacer cosas diferentes? Piénsalo. Y además de pensarlo, ya que estás, adapta tu creación de contenido a ello. Si te limitas a retwittear noticias, dado que no vas a poder meter mucho más en los ciento cuarenta caracteres de una actualización, deberás tratar de darle un componente personal, que suponga una propuesta de valor para quien te siga: “voy a seguir a esta persona porque con ello me mantengo actualizado en este área”, o similar.

  • El uso de Twitter puede llegar a quemarte, sí. Pero eso no quiere decir que debas ser tú quien se queme a lo bonzo. No digas tonterías, ni barbaridades, ni frases que puedan estar sujetas a una interpretación peligrosa o que haga parecer que te tomas un asunto serio muy a la ligera. Y de puro sentido común: si bebes, no twittees. O en general, si te lo estás pasando increíblemente bien, no pares el ritmo de la fiesta o de la conversación para ponerte a contarlo en Twitter. Es anti-climático y desagradable para quienes están compartiendo ese momento contigo, y encima te lleva a escribir en un estado mental que no siempre es el más aconsejable.

  • Y al revés: no seas completamente prudente, oficialista y aburrido. En el equilibrio entre lo estrictamente diplomático y la más absoluta boutade está la esencia del éxito de una cuenta, que se asocia mucho con el éxito de tu comunicación personal. Vete mucho hacia un lado, y seguramente te seguirá poca gente porque serás aburrido. Vete hacia el otro, y es posible que tu conflictividad o tu visibilidad asociada con temas asociados con lo “peligroso” te lleve a tener problemas. O no, tú sabrás. Pero si decides ir por ese camino, que sea fruto de un análisis razonado.

  • Obvio, sí, pero nunca suficientemente repetido: ten cuidado con la ortografía. Y con la puntuación, los acentos, la gramática… no, no tienes que ser un académico de la lengua, pero es increíble lo mucho que pueden llegar a decir de ti ciento cuarenta míseros caracteres.

  • No vivas para twittear. Sí, Twitter puede ser un elemento muy potente en la construcción de tu marca. Pero pocas cosas saturan más que alguien que no sabe separar su vida offline de su vida online, o que alguien con tan poco sentido común que hay que estar avisándole y pidiéndole que ni se le ocurra twittear cosas que pasan ante sí. Si te lo dicen demasiadas veces, es que hay algo que no estás haciendo bien.

  • No te metas en líos de los que no vas a saber salir. Polemizar está bien y es sano. Pero mide. Mide mucho. Mide bien. Y si no estás seguro de cómo se va a entender lo que digas y tienen alguna intuición de que podría ser mal entendido, vuélvelo a formular.

  • Tormentas twitteras: las hay a todas horas. Por alguna misteriosa razón, cosas que de palabra no pasarían de chascarrillo, en Twitter se convierten en demandas clamorosas de ejecución en la plaza pública. No, no borres el tweet, o al menos no lo borres sin dar una explicación antes. Si en efecto fue una estupidez, se entendió mal, querías decir otra cosa o sencillamente te equivocaste… lo mejor es decir que fue una estupidez, que se entendió mal, que querías decir otra cosa o que sencillamente te equivocaste, que para eso somos todos humanos. Si crees que mantener el tweet puede llevar a malos entendidos por descontextualización y que es mejor borrarlo, bórralo, pero después de la explicación y de hacer una captura del mismo. Ah, y de los errores se aprende. Que se vea. Las tormentas pasan pronto – salvo, claro está, que generes una a la semana. En ese caso, aléjate de Twitter.

  • Y si a pesar de todo te quemas… piensa que el problema no está en la herramienta, está en ti. Ponerte a despotricar contra Twitter, contra los twitteros y contra el gobierno en pleno no va a arreglar las cosas, no te va a hacer sentir mejor, y sí puede llevar a que enfades a mucha gente o piensen que tienes el raciocinio de un niño de tres años. No cierres tu cuenta, Twitter es una gran herramienta y está aquí para quedarse. Pon un mensaje de “lo siento, me he quemado y voy a darme un tiempo para que se me pase”, y plantéate que ya volverás – cuando hayas leído estos consejos :-)


Twitter ya permite editar fotos desde su aplicación Android

Twitter ya permite editar fotos desde su aplicación Android


wwwhatsnew

Desde el blog de Twitter llegan noticias relacionadas con su versión para Android: ahora será posible realizar pequeñas ediciones en las fotos que hacemos para publicarlas en nuestra cuenta con más calidad.

Como podéis ver en la captura, de momento solo se han concentrado en la posibilidad de girar y recortar la imagen capturada, nada de filtros “a lo instagram”. Recortar y girar es de hecho una necesidad para los que capturan noticias del día a día y quieren divulgarlas en su cuenta de Twitter, los filtros son extras, algo poco necesario para informar.

Esta actualización, ya disponible en Google Play (prometen incluirla en iPhone dentro de poco), permite también descubrir nuevo contenido en nuestra linea de tiempo, ya que si actualizamos la misma y no hay tweets de las personas a las que seguimos, Twitter recomendará contenido general, popular en su red, aunque de momento eso solo funciona en Estados Unidos. Además de contenido también podremos ver etiquetas y nuevos perfiles recomendados.

Ese último punto es bastante interesante, ya que no hablamos de contenido patrocinado y sí de contenido popular, lo que puede ayudar a que las noticias se transformen en virales por el simple hecho de que Twitter decida mostrarla al mundo de esta forma.

Texto escrito en wwwhatsnew.com

martes, 28 de enero de 2014

Escucha música en streaming en Android gratis con GMobile

Escucha música en streaming en Android gratis con GMobile


Redes Zone


Hace unas semanas, Spotify anunció que comenzaba a ofrecer sus servicios de forma totalmente gratuita para cualquier plataforma (PC, smartphone, tablet, etc) aunque a cambio de publicidad y con algunas limitaciones (reproducciones aleatorias en smartphone o necesidad obligatoria de conexión a internet, por ejemplo). Sin duda ha sido un duro golpe para otras plataformas similares de reproducción en streaming de música que han tenido que mover ficha para no quedarse atrás.

Grooveshark es uno de los principales rivales de Spotify en cuanto a reproducción de música en streaming. GMobile es un cliente de Grooveshark para Android y Windows Phone que permite a los usuarios reproducir música de forma totalmente gratuita y sin las limitaciones que Spotify ha impuesto a los usuarios gratuitos de su plataforma.

GMobile ofrece todo el catálogo de Grooveshark a disposición de los usuarios. Aunque el catálogo de esta plataforma no es tan extenso como el de Spotify, la mayor parte de los usuarios lo verán más que suficiente para poder escuchar su música favorita desde cualquier lugar.

Las principales características que nos ofrece GMobile frente a alternativas como Spotify son:

  • Dispone de un completo ecualizador
  • Permite cambiar el tema del cliente
  • Reproducción offline (mediante almacenamiento caché)
  • Búsquedas avanzadas
  • Radio personalizada
  • Permite vincular una cuenta de usuario gratuita y acceder a las listas de reproducción
  • Libre de publicidad incluso en la versión gratuita
  • Esta aplicación tampoco dispone de publicidad en el cliente, aspecto a tener en cuenta ya que la mayoría de las aplicaciones similares gratuitas sí que incluyen molesta publicidad. Spotify, aunque ofrece un cliente libre de publicidad, durante la reproducción suelen aparecer anuncios que, en algunas ocasiones, pueden llegar a ser molestos y a reproducirse por encima del volumen de la música. Es el precio a pagar por usar el cliente de forma gratuita.
  • GMobile se puede descargar de forma gratuita desde la Play Store para Android y desde la Windows Phone Store para los dispositivos con Windows Phone. iOS, de momento, se quedará sin este cliente para Grooveshark.

¿Has probado ya GMobile? ¿Qué te parece este cliente para Grooveshark gratuito?

El artículo Escucha música en streaming en Android gratis con GMobile se publicó en RedesZone.


Así se detecta el plagio en internet

Así se detecta el plagio en internet


ABC Tecnología



El escándalo de los informes plagiados por UGT ha recuperado para el primer plano de la actualidad algunos otros asuntos que implicaron el plagio de documentos, tanto en la esfera pública como en ámbitos académicos. En muchos de esos casos tanto la investigación periodística como el denunciante anónimo se sirvieron de algunos de los multiples programas que en la web tratan de daz caza al plagio.


Hay un modo mucho más sencillo de detectar si un texto está plagiado. Basta con introducir en la barra de tu buscador el fragmento de texto que quieres someter a escrutinio. Si pones dicho texto entre comillas la búsqueda será literal, e inmediatamente aparecerán búsquedas relacionadas con los sitios coincidentes. Pero esto sirve para el plagio literal, ¿pero qué sucede con aquel que es más preciso y elaborado?

Diego Antonio Rodríguez, doctorando de la Universidad de Huelva, y su director de tésis, José Manuel Martín obtuvieron la mejor posición en la Competición Internacional de Detección de Plagio en Documentos de Textos. Desde que en el año 2009 en que se puso en marcha el proyecto PAN, pilotado por la Universidad de Weimar para promover el desarrollo de software que detecten el mal uso en internet y las redes sociales, estos dos investigadores de la Universidad de Huelva han trabajado en el desarrollo de un software encaminado a la detección de plagio, pero no sólo aquel que se produce por la copia literal, sino el que incluye componentes de modificación y alteración para tratar de ocultar el plagio.

¿Cómo funciona?

Ese es uno de los elementos diferenciales de este programa, todavía en desarrollo, que bajo el nombre de Coremo ha sido designado como el software más rápido en la detección del plagio más complejo, aquel que detecta el parafraseo (reescribir, traducciones o resúmenes) sobre el texto original. Rodríguez explica que «actualmente el plagio en internet está siendo masivo». El doctorando, que además es profesor en un colegio de secundaria, conoce que en el ámbito académico son frecuentes estas «inspiraciones» por partes de los alumnos, aunque advierte que también son habituáles en el mundo universitario en los niveles de preparación de tésis. Escándalos a este respecto son sobradamente conocidos.

Pero Rodríguez explica que también podría ser útil en otros ámbitos, como en la Administración, para verificar la autenticidad de los documentos y el valor en la originalidad del mismo. «Puede ser muy útil también para cualquier empresa en la vigilancia de su propiedad intelectual». Coremo funciona tratando de convertir los documentos en enegrama conceptuales. Esto es, según explica Rodríguez, «raíces de palabras muy cercanas en su contexto. Si se repiten muchas de esas agrupaciones, la coincidencia no es casual».

El programa está preparado para analizar traducciones (en español, inglés, alemán y francés, además de una reciente experimentación con el hindú) y pasos de activa a pasiva. El sistema tiene una precisión certificada del 92%, detecta al 100% el plagio literal y alcanza una cobertura del 75% en el plagio total de la red en sus modalidades más complejas. Por el momento es un software que se encuentra en evolución, Rodríguez reconoce que en un futuro cercano podría convertirse en una plataforma web para detener el plagio.