Cinco mitos sobre la batería
del móvil que muchos todavía creen ciertos
EROSKI CONSUMER
- En contra de lo que se cree, las aplicaciones en
segundo plano (si no usan servicio de geolocalización) no gastan batería.
- Conviene poner fin al mito de que no se puede dejar
el móvil cargando toda la noche por temor a una sobrecarga.
- Ahora es mejor no descargar por completo la batería,
ni cargarla del todo.
- Las aplicaciones que más batería consumen.
El teléfono móvil se
ha convertido en algo indispensable en el día a día de muchas personas. Aunque
el uso del smartphone se ha generalizado, todavía son muchos los mitos que
les rodean, especialmente los relacionados con la batería.
Existen falsas creencias
relacionadas con su uso, la seguridad y sobre todo la duración
de la batería, que sigue siendo su talón de Aquiles. Desde Eroski Consumer se
desmontan algunas de esas ideas falsas, para tener unos conocimientos más
adecuados sobre estos dispositivos y poder aprovecharlos al máximo.
Hay que descargar la batería
antes de cargarla de nuevo
Este mito tiene su razón de ser,
ya que las baterías de los primeros móviles tenían una especie de efecto
memoria que reducía su capacidad con el paso del tiempo, si no se vaciaban
por completo antes de iniciar una nueva carga. Pero las modernas baterías de
iones de litio de los terminales actuales ya no tienen ese problema. Así que lo
aconsejable es hacer pequeñas cargas con cierta frecuencia y mantener
el nivel de batería entre un 50% y un 80%, en lugar de dejar que se vacíe
del todo y cargarlo de nuevo hasta el 100%.
Las apps en segundo plano
consumen batería
En contra de lo que se cree, las
aplicaciones en segundo plano en general no gastan batería. No lo hacen porque
al ponerlas en segundo plano (es decir, cuando se sale de ellas pero sin
cerrarlas), el móvil las guarda en una especie de pausa en su memoria
RAM. Y el sistema operativo es lo suficientemente inteligente como para
gestionar esa memoria RAM de la forma más eficiente posible, liberando memoria
cuando sea necesario sin que el usuario tenga que cerrar las apps a mano. De
hecho, cerrar y abrir una y otra vez las aplicaciones puede ser más costoso en
términos de uso de batería, ya que abrir una app desde cero requiere más
energía y más recursos que sacarla de su pausa momentánea en la memoria RAM.
Diferente caso son las apps que
emplean el servicio de geolocalización del móvil, como los mapas o
las utilidades de GPS para la conducción. Este tipo de programas sigue
utilizando dicho servicio aun cuando se tienen en segundo plano, lo que puede
afectar a la duración de la batería.
El brillo automático ahorra
batería
Aunque a primera vista pueda
parecer que el ajuste automático del brillo de pantalla ayuda a ahorrar
batería, porque adapta el brillo a las circunstancias externas, lo cierto es
que no. Se ahorra mucha más batería ajustando de forma manual el
brillo de la pantalla al nivel más bajo posible que sea confortable, que
dejando que el teléfono lo haga solo, puesto que eso implica tener un servicio
analizando de manera constante la situación exterior de luz para poder ajustar
el brillo de pantalla como corresponde.
Solo se puede usar el cargador
que viene con el móvil
Cuando se adquiere un móvil, éste
incluye un cargador para enchufarlo a la corriente. Pero es habitual necesitar
uno más: para el trabajo, para el coche, etc. En contra de lo que se pueda oír
o leer, es posible usar cargadores que no sean el que venía con el terminal o
incluso uno oficial de la misma marca. Lo importante es utilizar un repuesto de
una , aunque no sea la misma del teléfono. Es comprensible que un cable que
cuesta dos euros sea más atractivo que uno que vale diez, pero también es
imposible que marca conocida el primero haya pasado por los mismos
controles de calidad y seguridad. Y cuando se habla de dispositivos
electrónicos enchufados a corriente, que pueden tener consecuencias serias si
no funcionan bien, toda precaución es poca.
No es bueno cargarlo por la
noche, se sobrecarga
Relacionado con este tema,
también conviene poner fin al mito de que no se puede dejar el móvil cargando
toda la noche por temor a una sobrecarga. Los sistemas operativos móviles de
hoy en día saben cuándo el dispositivo está cargado y dejan de enviarle
corriente a la batería cuando está llena. El único punto que hay que tener
en cuenta es el calentamiento, pero mientras el terminal esté en un lugar
fresco, no habrá problema.
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