¿Por qué los prospectos están doblados de una forma tan
complicada?
La mayoría de nosotros, una vez despliega el prospecto que
hay dentro de cualquier medicina, raramente conseguimos volver a plegarlo tal y
como estaba (y, en consecuencia, ya no caben en la caja del medicamento). Y es
que los prospectos están endiabladamente plegados sobre sí mismos.
O al menos, eso parece, porque en realidad su plegado es la manera más sencilla
de hacerlo para ocupar menos espacio en la caja del medicamento.
El patrón de doblado es por el medio, siempre en la misma
dirección, cada vez volviendo la mitad inferior hacia arriba, hasta que una
hoja de, por ejemplo, 30 centímetros de largo se transforma en una
especie de salchicha de un dedo de grosor. Los especialistas denominan a
esta clase de plegado como "plegado en zigzag".
Tal y como lo explican en el libro 70 preguntas curiosas
sobre el mundo que nos rodea, editado por Martin Grent:
El plegado en zigzag no tiene solo motivos técnicos: por una
parte, para la máquina lo más es sencillo es plegar siempre en la misma
dirección. Para plegar en sentido transversal, el llamado "plegado en
cruz", hay que añadir a la máquina un mecanismo adicional. Por otra parte,
para el fabriante es de gran importancia que determinadas informaciones se vean
con toda claridad en cuanto se saca el prospecto de la caja: el nombre del
preparado y en lo posible el principio activo deben poder leerse una vez
doblado el prospecto, y no quedar ocultos por las dobleces. Muchos fabricantes
trabajan con códigos de barras que igualmente tienen que quedar hacia fuera
después de plegar el papel. Y como mejor se consigue esto es con el plegado en
zigzag.
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