Si estás pensado en comprar una cámara próximamente,
incluida una cámara réflex aunque no te lo hayamos recomendado, puedes pararte a pensar, antes
de comprar, en situaciones en que el tener conexión WiFi en lacámara sea
una ayuda inestimable. Y no es fácil de entender por qué los principales
fabricantes en el mundo de las cámara réflex, Canon y Nikon, no incluyen esta
tecnología de serie en todos sus productos, sin tener que adquirir a mayores un
módulo WiFi de la marca (muy caro), una tarjeta Eye-Fi u otras opciones. Y nos referimos principalmente a las réflex ya
que las cámaras sin espejo, por ejemplo, llevan bastante ventaja en este campo
desde hace tiempo.
Por ello, os presentamos unas cuantas razones de peso para vuestra próxima
compra presente esta funcionalidad.
Ver las fotos a mayor tamaño
Siempre pensando que estamos lejos de nuestro ordenador, la primera razón
es poder ver las fotos que tenemos guardadas en nuestra tarjeta dentro de la
cámara en otro dispositivo con pantalla más grande, ya sea nuestro
móvil/tablet o una televisión con WiFi o una Smart TV. Asi conseguiríamos
visualizarlas con mayor detalle que en el display de cámara. Además, si somos
de los que hacemos muchas fotos, se podría hacer de este modo una
primera selección de las imágenes y eliminar las desenfocadas,
movidas, cortadas, etc. para ir ahorrando trabajo.
Publicar en redes sociales, galerías o tener copias de seguridad en la nube
También podría venir bien para publicar en las redes sociales.
Por ejemplo, nos vamos de viaje y también nos llevamos la réflex. Y, más
metidos en ellas o menos, casi todo el mundo tiene una cuenta en Twitter,
Facebook, Instagram o presume de sus fotos por WhatsApp. Pues bien, sin WiFi,
la única forma de enviar esas imágenes tan bonitas que has sacado con tu cámara
es volcar esas fotos en algún ordenador que se encuentre o bien llevar un
portátil/tablet. Si la cámara tuviese WiFi, el problema estaría resuelto con
las aplicaciones de las propias marcas o de terceras partes
que permiten pasar las fotos al móvil/tablet y presumir de ellas más tarde.
Otro uso relacionado sería es el poder realizar copias de seguridad de
nuestras imágenes en los distintos servicios disponibles en la nube.
Sin cables
Si se trabaja en un estudio es más cómodo no depender de cables para
poder ver instantáneamente las fotografías en el ordenador. Además, en el caso
de estar realizando una sesión fotográfica de estudio y nuestro cliente no está
presente físicamente éste podría visualizar casi al mismo tiempo dicha sesión a
través de Internet ya que tendríamos disponibles las imágenes en nuestro
ordenador gracias a la conexión WiFi de la cámara.
Disparar remotamente
Y, finalmente, para mí la mayor ventaja es poder disparar
remotamente la cámara, acompañado de la posibilidad de configurar la
cámara también a distancia, cambiando parámetros de exposición, apertura,
velocidad, etc, acciones que no se puede llevar a cabo con una tarjeta Eye-Fi,
por ejemplo.
Apoyando la cámara o con un trípode las fotos de grupo o de recuerdo ya son
mucho más fáciles. O, si se necesita la máxima discreción, para poder disparar
la cámara desde un lugar distinto al de donde está la propia cámara.
Aplicaciones
Mención aparte merecen las aplicaciones disponibles para
conectar nuestro equipo equipado con WiFi, todas las marcas tienen su
propia app cuyo comportamiento es posible que difiera incluso entre
los propios modelos de la marca, según las funcionalidades que le hayan
incorporado a la conexión WiFi instalada en la cámara. De tal modo es posible
que alguna de las posibilidades que os hemos comentado anteriormente no esté
disponible en determinados modelos. Para ello, os recomendamos consultar en las
webs de los fabricantes lo que permite realizar cada app.
Limitaciones
Como todo no va a ser buenas noticias, existen una serie de limitaciones a
la hora de usar esta tecnología. Por ejemplo, no es posible el grabar vídeo
remotamente y transferir los vídeos ya grabados no está permitido en alguna
aplicación. Además, el consumo de batería se suele resentir.
Y, además, dependiendo del modelo y la app de cada marca, hay un cierto retardo
cuando se usa el disparo remoto (no es inmediato) y el realizar un backup o
copiar fotos al móvil/tablet en algunos modelos es mejorable, pudiendo ser algo
engorroso en algunos momentos.
De todas formas, si
dudáis entre dos cámaras de prestaciones y precio parecidos y una no lleva
WiFi, yo no me lo pensaría...
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